Testimonios de Pacientes

Evelyn
35 años

Antes de iniciar la terapia estaba en un nivel de inseguridad heavy, dudaba de mí, de todo, de mis habilidades a nivel profesional, social incluso. Me sentía muy insegura, muy débil, sensible, todo me afectaba, sobrepensaba todas las situaciones, era muy catastrófica.

Sentía que me ponía roja por cualquier cosa, por cosas insignificantes y eso hacía que yo me empezara a tratar mal por eso.

Empecé a trabajar con Paz y de verdad sentí que me daban ganas de contarle cosas y lo más importante era que ella había pasado por lo mismo, o sea ¿qué mejor que alguien que haya pasado por algo así?. Ella hablaba desde la experiencia.

Durante la terapia comencé a quitarle gravedad a mis pensamientos, a ser valiente y decir “yo puedo,  puede que no obtenga el mejor resultado pero al menos lo intenté”, y empecé a disfrutar el camino… sin importar que no sea perfecto.

Dejé de ser tan cuadrada, el ser estructurada es bueno pero yo, al aplicarlo en mi, sentía que me tenía que salir todo perfecto. Así que en terapia aprendí bien a no ser tan cruel conmigo, aprendí a tratarme bien, a ser más empática conmigo misma, a tratarme con cariño y a pensar que siempre va a haber otra oportunidad. Ahora no sobrepienso tanto las cosas porque eso me quitaba mucha energía. Mi ansiedad disminuyó mucho, ahora estoy en un nivel normal. Empecé a ir al gimnasio y eso me hizo muy bien.

Después de haber vivido cosas heavys no me siento con las manos sudadas, no le doy tanta vuelta a las cosas. La Evelyn de antes habría estado una semana dándole mil vueltas a una entrevista que tuve, habría estado pensando en lo que dije, qué tonta fui, por qué no dije eso.

Si pudiera aconsejar a alguien que tiene ansiedad social le diría que esto tiene solución, pero hay que hacer algo, no es que se vaya a quitar solo… Sin ayuda yo no estaría así como estoy ahora, con mi mente tranquila, en paz. Lo mejor es tomar terapia con alguien que sabe, como Paz.

Recomendaría a Paz, porque pasó por lo mismo y realmente las terapias sirven para manejar la ansiedad social. Todo tiene una función. Le encontré sentido a la terapia grupal porque me di cuenta que hay otras personas que pasan por lo mismo y hacen que uno no se sienta tan mal. Hace bien poder conversar.

Estoy súper contenta con lo que he logrado, agradezco mi decisión de haber tomado la terapia. Estoy súper feliz y tranquila. Era lo que necesitaba.