“Antes de consultar me estaba costando mucho la interacción general con gente que conocía y con quienes no, las clases, videos, presentaciones, todo… Me daba taquicardia, me ponía a transpirar, me tiritaba la boca, voz temblorosa, y sabía que en algún momento iba a tener que exponerme y hablar y no iba a poder…

Trabajar con Paz fue muy fácil, ella entiende bien lo que pasa en esas situaciones. Después de trabajar con ella, aún me pongo nerviosa pero no me paraliza. Ya no me cuestiono todo 20 veces y tengo más confianza en mí, aprendí a re-conocerme y a ser más como quiero ser. Soy una nueva Camila, y lo encuentro la raja”.

(Camila, 24 años, estudiante universitaria)

“Antes de esta terapia todo era un sufrimiento constante, me había cambiado recién de trabajo y no era cómodo relacionarme con gente nueva y sentir que no tenía herramientas. Aprendí a no ser tan dura conmigo misma, a hablar con la gente más relajada y a no tener tan metido en la cabeza que lo único que importa es ser inteligente. 

Me ayudó mucho a disminuir la expresión física de la ansiedad: el no estar sudando y que no te tiriten las manos todo el rato es un gran alivio. También pude lograr no quedarme pegada pensando que le caigo mal a los demás. Puedo hablar en público, presentarme sin sufrir e incluso puedo pasarlo bien con los demás. Eso es simplemente genial”. 

(Daniela, 32 años, profesional)

“Antes de consultar había vivido situaciones de acoso laboral, y había querido defenderme, pero no pude. Mi papá vivió lo mismo y hace dos años está con depresión, y yo no quería terminar igual que él.  Cuando estaba con grupos grandes me sentía muy consciente de qué iba a decir, de ofender a alguien, de ponerme muy nerviosa para decir cosas, me sudaban las manos, me tiritaban, mi corazón se aceleraba, respiraba más corto y me sentía en peligro.

Ahora mi ansiedad es mucho más breve, incluso voy a juntas con amigos y me sorprendo porque fluyo más, estoy tranquila y lo paso bien. También confío más en mí, soy menos negativa conmigo misma y me gusta como soy. Aprendí a quererme y aceptarme así como soy.”

(Pamela, 30 años, profesional)