Los niños que sufren ansiedad se sienten diferentes. A veces creen que están rotos. Por supuesto que esto no es así… También se pueden sentir muy solos y pueden pensar que nadie nunca será capaz de entender por lo que están pasando ni tampoco de ayudarlos.
Saber que la ansiedad es una condición bien entendida y manejable le trae a los niños ansiosos un tremendo alivio. Y hay pocas cosas más estresantes para los padres que saber que sus hijos están sufriendo. Especialmente cuando están luchando con su salud mental.
Yo sé perfectamente lo que se siente. He experimentado ansiedad desde que tengo memoria. Sé lo que es ser una niña ansiosa que se preocupa por todo, que no puede siempre respirar de forma adecuada, que tiene pensamientos catastróficos sobre la vida y el futuro, salta cuando escucha un ruido y sabe que algo no anda bien pero no tiene idea de qué hacer al respecto.
La buena noticia es que la ansiedad se puede reconocer, entender y manejar, moviéndola desde el centro de la vida hacia el ruido de fondo.
La ansiedad no tiene por qué ser una sombra que nubla los días de niños y adolescentes.
Tú como padre/madre puedes ayudar a tu hijo/a, darle el regalo de entenderse a sí mismo/a y las habilidades para observar la ansiedad como un ruido de fondo que se puede notar y aceptar, antes de fijar su atención en lo que realmente importa: vivir la vida a todo color.
La ansiedad es un problema. Como padre/madre de un niño ansioso, no estás solo. Millones de familias alrededor del mundo están contigo.
Aunque saber esto ayuda, sé que no hace el rol de ser padre de un niño ansioso menos difícil. Lo que sí lo hará es profundizar tu conocimiento sobre la ansiedad infantil y el importante rol que juegas en ayudarlo a manejarla.
La epidemia de la ansiedad
Ser o estar ansioso es ser humano. Todo el mundo lo experimenta. Puede ser una experiencia temporal bajo situaciones de estrés o puede ser un hilo en el tejido de quienes somos.
A lo largo de la vida, uno de cada cuatro adultos va a experimentar un trastorno de ansiedad. De ellos, la mitad tendrá sus primeros síntomas alrededor de los 15 años. Muchos no son diagnosticados a tiempo.
Notar que tu hijo tiene signos o síntomas de ansiedad es un regalo para ellos. No podemos cambiar lo que les está pasando en el momento, pero lo que sí les puede ayudar a florecer, a pesar de su ansiedad, es que alguien reconozca su necesidad de ayuda.
Desde ese lugar, los niños ansiosos pueden obtener la comprensión, apoyo, habilidades, estrategias y tratamiento si es necesario, que les ayude a manejar su ansiedad ahora y a lo largo de su vida.
El diagnóstico de la ansiedad no debe debilitar la esperanza de una vida significativa y plena. Es una condición de salud mental TRATABLE, y mientras antes se haga, mejor.