Técnicas obtenidas de la Terapia Conductual Dialéctica, DBT.
“El dolor es inevitable, el sufrimiento opcional”, decía Buda después de años de meditación y aprendizaje. Todos quienes estamos vivos sabemos que el dolor es algo que no podemos evitar, por más que queramos y hagamos intentos a diario por llevar una vida feliz y plena.
Al mismo tiempo, nuestro cerebro está programado para evitar el dolor, como parte de nuestros instintos de sobrevivencia, pero tal como dice el gran Fito Páez, “nadie nos prometió un jardín de rosas… hablamos del peligro de estar vivos”.
O sea que desde el momento en que nacemos, nos vemos expuestos al dolor, el cual es legítimo y necesario para aprender, crecer, y poder apreciar lo bueno de esta vida.
Generalmente el dolor emocional tiene que ver con un duelo, una pérdida de algo o alguien, y puede conllevar varias emociones asociadas: pena, rabia, frustración, entre otras.
El sufrimiento en cambio puede ser una elección, o incluso puede tomarse como una forma de pararse frente a la vida desde el “victimismo”. Es como cuando llevamos una mochila pesada sobre los hombros sin tomar la opción de sacarle peso de a poco.
Muchas veces (aunque no siempre) podemos elegir hacer algo diferente, actuar, hacer cualquier cosa que nos permita no quedarnos pegados/as por demasiado tiempo en el sufrimiento que ese dolor nos causó.
Sin olvidarnos en primer lugar de VALIDAR lo que estamos sintiendo (aceptarlo, hablarlo, experimentarlo), para luego poder PASAR A LA SIGUIENTE EMOCIÓN de este fluir que es la vida.
A continuación te presento 7 ideas posibles para esos momentos en que estás atravesando por un dolor y ya quieres reducir el sufrimiento “excesivo”.
Estas técnicas vienen de la Terapia Conductual Dialéctica (Dialectical Behavioral Therapy, DBT, por su sigla en inglés), un enfoque terapéutico diseñado por la psicóloga norteamericana Marsha Linehan, experta en ayudar a personas con desregulación emocional severa. Pero ¡ojo!, son técnicas que pueden servir a cualquiera que esté dispuesto a mejorar el momento y tolerar el malestar.
Utiliza la imaginación
Imagina escenas relajantes en un lugar tranquilo y seguro. Imagina que las cosas van bien. Imagina que, sea lo que sea que esté ocurriendo, lo estás enfrentando bien. Imagina que las emociones dolorosas salen fuera de ti como el agua en las cañerías.
Encuentra el significado
Encuentra o crea algún propósito, significado, o valor en el dolor. Intenta pensar que te va a servir para algo, por más gris que veas el panorama…“Si la vida te da limones, haz limonada”.
Reza
No importa si no profesas una religión, solo abre tu corazón a un ser superior, sabiduría mayor, o a tu propia sabiduría interna. Pide fortaleza para tolerar el dolor en este momento.
Practica la relajación
Trata de relajar tus músculos tensionando y relajando cada grupo muscular grande, empezando con la frente, y desde ahí vas descendiendo. Descarga un video o audio de relajación, realiza estiramientos, date un baño o un masaje.
Haz una cosa a la vez
Enfoca toda tu atención en lo que estás haciendo ahora. Mantén tu mente en el momento presente. Sé consciente de los movimientos de tu cuerpo o las sensaciones mientras estás caminando, vistiéndote, o comiendo.
Toma Vacaciones
Date unas mini vacaciones. Sal afuera, da una pequeña caminata, anda a comprar tu café o tu jugo favorito, lee una revista o el diario, navega en la web, toma una hora libre del trabajo difícil que debes hacer pronto. Desconéctate de todos los aparatos electrónicos.
Empodérate
Haz como los “cheerleaders”. Repítete una y otra vez: “puedo soportarlo”, “no va a durar para siempre”, “voy a salir de ésta”, “estoy haciéndolo lo mejor que puedo”.