¿Terapia larga o terapia corta?
Ir a terapia psicológica es toda una experiencia.
Lo digo como paciente y como terapeuta. Una vez una profesora en la Universidad nos dijo:
“ir a terapia es como ir a un spa, a todo el mundo le hace bien”.
Mi querida profe de Psicología Clínica Infantil, Marcela.
En ese momento le encontré tanta razón, pero ahora -12 ó 13 años después- no tanto, porque:
- A veces no es tan placentero.
- No a todo el mundo le hace bien en todo momento. Hay personas a las que les carga (y es válido), y hay momentos en que sí será bueno para ti y otros en que no.
Lo que sí tengo clarísimo es que hablar hace bien.
Al hablar, ordenamos nuestra experiencia, nos damos cuenta de cosas (los llamados insights en la jerga psicológica) y muchas veces encontramos en nosotros mismos esas respuestas que andábamos buscando, al vernos reflejados en el otro.
Y si ese otro tiene ciertos conocimientos claves (del comportamiento humano, de las emociones, del cuerpo, del cerebro, de las relaciones interpersonales, de técnicas que te pueden ayudar a sentirte mejor) + tienes un vínculo de confianza (e incluso de cariño) con esa persona + no te juzga = el resultado puede ser genial.
De cambio, aceptación, y crecimiento.
Tal vez te has preguntado ¿qué es mejor para mí? ¿Una terapia psicológica larga o una terapia corta?
Hay varias opciones.
Hay gente que prefiere una terapia o acompañamiento largo, por varios meses o años, más libre, donde se trabaja con objetivos a largo plazo y se da más lugar a la improvisación. Esto resulta útil cuando sientes que estás atorado porque tienes mucho que contar y muchos temas que resolver, y quieres que alguien te ayude a profundizar en ello y sanarlo, al tiempo que te va acompañando a caminar, con gusto (porque es su trabajo y porque le gusta).
También hay personas que prefieren una terapia breve, dirigida a solucionar un problema en particular, con objetivos claros y a corto plazo, con la menor cantidad de sesiones posibles pero no necesariamente en poco tiempo (se distribuyen estratégicamente dejando tiempo entre sesiones).
Yo actualmente estoy realizando una terapia breve para la ansiedad que ha resultado de gran ayuda para muchas personas, al igual que mi terapia para la ansiedad social. Acá puedes comenzar a interiorizarte en el tema y conocer los 5 motivos ocultos que están manteniendo tu timidez extrema.
Creé mi propio modelo terapéutico utilizando herramientas de varios autores y terapias basadas en la evidencia, y está genial, aunque venga de cerca la recomendación (inserte emoji de monito tapándose la cara, jiji).
Debo aclarar que no estoy diciendo que soy la gurú que descubrió cómo quitar la ansiedad. Espero nunca haya dado a entender eso.
Muy por el contrario: lo que yo he podido trabajar con mis pacientes es que logren relacionarse distinto con su ansiedad, y no eliminarla (porque no se puede y porque sería una locura vivir sin ella). Y en ese proceso de relacionarse distinto, se sienten más capaces, más valientes, reordenan sus prioridades y paralelamente se va reduciendo la ansiedad, y ya no los domina a ellos, si no que al revés.
DISCLAIMER: Seguramente que hay muchas otras maneras de clasificar los diferentes tipos de psicoterapia que existen. No intenté ser exhaustiva, solo quise dar una visión general en función del tiempo que le va a tomar a la persona recibir este apoyo. Sepan perdonar mi audacia 🙂
Si quieres conocer más sobre mi forma de trabajo, contáctame aquí.