Muchos síntomas indican ansiedad, sin embargo, presentarlos no significa que tu hijo o hija tiene un trastorno de ansiedad.
Es importante prestar atención a qué tan frecuente se presentan estos signos, la severidad de los síntomas y el período de tiempo en que se dan. Se agrupan según el impacto que tienen en las emociones y fisiología del niño, comportamiento y pensamiento.
Para que ganes tiempo en la detección de estos síntomas, aquí te presento un listado de ellos:
Emocionales y Físicos
Es común que los síntomas de ansiedad sean físicos dados los cambios que ocurren en el cuerpo cuando la respuesta “pelea o huye” del cerebro está activada, por ejemplo:
- Dolor de pecho,
- dolor de estómago,
- náuseas o mareos,
- sentirse “separado” de ti mismo,
- dolores de cabeza,
- cansancio,
- taquicardia,
- respiración rápida (hiperventilar),
- sudoración excesiva,
- llanto excesivo por problemas pequeños,
- nerviosismo, y más.
Conductuales
- No participar en clases,
- tener miedo a hablar o levantar la mano,
- miedo excesivo a cometer errores,
- querer ser “perfecto” en apariencia y desempeño escolar,
- rechazar inyecciones o visitas al dentista,
- rechazo a salir con otros niños o conocer gente nueva por temores sociales,
- no dormir solos o negarse a ir a pijamadas,
- rechazar ir al colegio por muchas razones, a participar en deportes, baile u otras actividades,
- evitar riesgos y cosas nuevas,
- evitar situaciones que les preocupan o temen.
Pensamiento
Preocuparse y pensar demasiado es un signo de ansiedad, especialmente cuando estas preocupaciones “controlan” la mente, y cuando parecen irracionales para el resto de las personas. Ejemplos:
- Me va a ir mal en la prueba,
- me voy a equivocar,
- mi mamá se olvidó de venirme a buscar,
- mi profesor me va a gritar y se van a reír de mi,
- ese perro me va a morder,
- me podría enfermar en el colegio,
- mi mamá o papá podrían morir.
Dependencia
Los niños ansiosos buscan seguridad, alguien en quien confiar y que les asegure que todo estará bien. Esta dependencia es parte del baile de la ansiedad. Ejemplos:
- Pedir ayuda en tareas que pueden hacer solos,
- no irse a dormir sin un adulto de confianza cerca,
- ver el lado negativo o peligroso de las cosas,
- preguntar “¿seguro que me vendrás a buscar?”,
- pedir a los padres que hablen con el profesor en vez de hacerlo ellos mismos,
- no salir de casa por mucho rato o no salir,
- querer ir a todos lados acompañado,
- buscar que le aseguren que todo estará bien,
- hablar mucho de sus preocupaciones y temores.
Exceso o extremo
Los niños ansiosos pueden ver situaciones pequeñas como grandes problemas, por ejemplo:
- Temer a la oscuridad, a los perros, a estar solo, a las pruebas;
- esperar el peor escenario,
- llegar a conclusiones extremas desde información vaga,
- tener dificultades para dormir debido a preocupaciones excesivas,
- catastrofizar situaciones.
Funcionamiento
Es común que quieran evitar la fuente de ansiedad y no salir de su zona de confort, pero un niño o niña con ansiedad no necesita esperar a sentirse perfectamente calmado para hacer lo importante y funcionar bien.
Pueden aprender a bajar el volumen de la ansiedad y seguir su camino. Ejemplos de cómo se ve alterado su funcionamiento:
- Prefiere ver a otros en vez de intentarlo,
- no quiere ir al colegio,
- va seguido a la enfermería del colegio,
- le cuesta concentrarse y estar quieto o hacer las tareas,
- le cuesta hacer sus deberes sin llorar, rabietas o que se lo recuerden constantemente,
- no duerme o se alimenta lo suficiente,
- se aísla, etc.
¡OJO! Estas listas de síntomas no son exhaustivas y no permiten diagnosticar un trastorno de ansiedad. Esta delicada tarea la debe realizar un profesional de la salud estudiando el caso a caso en profundidad.
Si después de leer esto, tienes más sospechas de que tu hijo o hija es ansioso/a, estás un paso más cerca de ayudarlo/a y conseguir la ayuda necesaria para manejarla.