Antes de iniciar terapia con Paz me sentía atrapada en mi casa, sentía que no tenía las herramientas para salir y comunicarme de manera más efectiva y como no podía hacerlo, prefería quedarme en la casa encerrada. De la misma manera sentía que estaba encerrada en mi mente. Atrapada en mi casa y en mis pensamientos, sentía un tremendo miedo e inseguridad.

Desde que inicié la psicoterapia he ido observando cambios super positivos en mi porque esto realmente me ayudó a entender muchas cosas, a desarrollar herramientas, a estar más tranquila.

Ahora me siento mucho más cómoda, incluso acepté ser delegada del curso de mi hijo y soy la vocera de los papás.

Ya no pienso tanto antes de decir las cosas, nos ha tocado hablar temas y no he tenido tanto problema en decir lo que pienso, todo ha sido mucho más fluido y no tengo esa sensación de ansiedad o estar pensando todo el rato si lo que digo está bien o mal, ahora trato de que todo sea más natural y fluido. 

Mi estado de ánimo ha mejorado, ahora que he hablado más con personas siento que mi mente está más ocupada y no tengo tanto tiempo para pensar cosas negativas.

Siento que muchas cosas de la terapia me han ayudado pero particularmente el saber que esto le pasa a mucha gente, me hizo sentir que esto es normal, que se puede manejar, que no soy un bicho raro y eso me ha ayudado a sentir más segura y ya no como una extraña en medio de las personas.

Si pudiera aconsejar a alguien que vive con ansiedad social le diría que tiene que estar tranquila, que lo que le pasa es muy común, que le pasa a mucha gente, que trate de ser valiente y enfrentarlo con ayuda. Todo en este proceso es un aprendizaje. Si no cruzas el río, no sabes lo que está al otro lado. Al final siempre se ve la luz y se aprende a ser optimista.

De todas maneras recomiendo trabajar con Paz porque da mucha confianza, te ayuda a entender muchas cosas, te da herramientas, te hace sentir en compañía, como en un equipo, todas trabajando para lo mismo, como en un tribu, es un apoyo genial.