Testimonios de Pacientes

Maribel
44 años

Estaba estancada y tenía un mundo tan chiquitito en el que yo misma me limitaba con eso de: para qué voy a hacerlo, si voy a hacer el loco. Tenía el ánimo muy bajo y quise tomar cartas en el asunto para estar mejor pronto, sin posponerme más.

Mi primer cambio fue darme cuenta que esto de la ansiedad social no es algo que me pasa solo a mí, es algo que tiene una explicación y una solución, un camino.

Yo pensaba que estaba condenada porque nací así, que era algo genético porque venía de mi familia y que por eso, por más que lo intentara, no me resultaba.

Me sirvió mucho saber que no estoy sola, tener una pauta para ayudarme y tratarme con más cariño. Todo eso me ha permitido salir de ese hoyo.

Ahora tengo más herramientas y la experiencia reciente de que puedo hacerlo, y eso cambia para mí. Es un testimonio de que yo lo logré.

La relación conmigo misma cambió porque tuve periodos de bajón pero el lenguaje cambió y ahora me trato mejor.

La relación con mi ansiedad también cambió porque me di cuenta que yo no soy mi ansiedad. Me di cuenta que es necesaria y que poco a poco iré modulándola, con estas nuevas herramientas.

En mi familia perciben que quiero hacer otras cosas, porque antes yo estaba marcando el paso, haciendo siempre lo doméstico.

Y ahora estoy explorando, tocando teclado, estoy leyendo, asistiendo a talleres presenciales.

Consejo a alguien con ansiedad social: Que se puede salir de esto, que uno puede sentirse mejor y que si puedes tener a alguien que te guíe, es súper útil.