Nuestro deber de padres no es proteger de todo peligro a nuestros hijos/as, si no estar ahí para guiarlos y apoyarlos cuando se caigan. Recordar esto es necesario, tanto para nuestra salud mental como para su resiliencia.
La ansiedad es uno de esos golpes de la vida de los que pueden volver a pararse. Nuestros hijos aprenden CASI todo de nosotros, por lo que aquí presentaré algunas formas eficaces en que podemos ayudarlos a enfrentar esa ansiedad:
Modelamiento
No solo los niños de 2 años de edad imitan conductas. Los niños de todas las edades observan de cerca el comportamiento de sus padres y de quienes tienen cerca. Ven si evitamos situaciones estresantes, o si tomamos aire y enfrentamos los desafíos. Esto les enseña el modo de regular sus emociones bajo estrés.
Los comportamientos de los adultos que están acompañados de emociones intensas suelen ser más recordados por los niños. Por ejemplo, puede ser que tu hija se acuerde más de aquella vez en que gritaste de susto, que de otras experiencias más tranquilas.
Cuando sobrerreaccionamos, catastrofizamos o nos excusamos para evitar enfrentar algunas situaciones estresantes, les estamos dando permiso implícitamente para hacer lo mismo.
Responder a su momento ansioso
La ansiedad es contagiosa, por lo que es fácil que nuestro propio estrés y preocupación se interponga en la forma en que respondemos a un hijo ansioso.
Cuando estamos ansiosos nosotros, madres y padres, nos es mucho más difícil recordar lo que podemos hacer para ayudar a nuestros hijos.
Para ello se recomienda:
- En primer lugar, PARAR,
- y luego, poner ATENCIÓN a lo que les sucede,
- RESPIRAR,
- considerar el CONTEXTO, y
- responder, primero VALIDÁNDOLO (“entiendo que estés ansioso”) y luego ACTUANDO y buscando soluciones en conjunto (“veamos qué podemos hacer”).
Ayudarlos a ver lo importante de las situaciones (lo que realmente les importa a ellos, por ejemplo: ver a sus amigos) y no fijarse solo en el disconfort que están sintiendo (por ejemplo, al tener que ir al colegio) puede ser útil también, al igual que ayudarlos a tolerar ese malestar.
Ser padre para resiliencia e independencia
La resiliencia (habilidad para sobreponerse de las experiencias negativas) tiene dos importantes focos: el presente y el futuro.
Los niños debieran ser capaces de enfrentar algunos desafíos y frustraciones en su día a día, al tiempo que construyen habilidades para manejar dificultades en el futuro.
ENFRENTAR justamente lo que los pone ansiosos en vez de evitarlo, no solamente construye su carácter, si no que es el tipo de comportamiento que construye la “resistencia psicológica” que los niños ansiosos necesitan.
* Eso sí, es mejor que la exposición sea gradual y acompañada por ti o alguien de confianza, sobre todo si la ansiedad que experimentan es muy elevada.
Para desarrollar la independencia, se recomienda que cada vez que puedan realizar una tarea por sí mismos de manera segura, se les permita que lo hagan (alimentarse solo, vestirse, preparar algo de comida, andar en bus, etc.).
Además, dándoles responsabilidades y dejándolos resolver solos sus problemas los ayudamos a que aprendan lecciones que no olvidarán tan fácilmente.
Refinando tu estilo parental
A los niños que experimentan ansiedad les ayudan dos tipos de abordaje:
Por un lado, cuando se sienten preocupados o temerosos en un comienzo se benefician de una aproximación EMPÁTICA, del tipo “te entiendo”, y con eso se pueden sentir más seguros.
Por otro lado, también se benefician de un adulto que les entregue SEGURIDAD, por ejemplo diciéndole “estoy seguro que puedes hacer esto”, los anime a que enfrenten sus miedos, y que cambie algo del ambiente para hacerle un poquito más fácil tener éxito.
Esta combinación de cuidado y firmeza se conoce como estilo de crianza AUTORITATIVO (Diane Baumrind, 1960).
Un estilo puramente PERMISIVO implica que los niños no son desafiados a enfrentar situaciones difíciles, y la ansiedad continúa como espiral.
Por el contrario, un estilo puramente AUTORITARIO lleva al niño a sentirse no apoyado o no comprendido, y estos sentimientos exacerban la ansiedad.
Espero que estas herramientas para apoyar a tu hijo o hija ansioso te sean de gran utilidad. Para más información, lee los demás posts de la sección de Ansiedad, y sígueme en mis redes sociales.
Esta información fue obtenida del libro Anxious Kids: How children can turn their anxiety into resilience, de Michael Grose y Dr. Jodi Richardson (2019), traducido y adaptado por mí.
