Ansiedad

«Y a mí me escarba la ansiedad, me escarba hondo, acá en lo blando».

2 Mins read

—Silvio Rodríguez, El día feliz que está llegando, 1980.

Hasta Silvio, pues.

Si la ansiedad no es tan mala. Lo que pasa es que está muy desprestigiada porque quienes la padecemos en exceso, la sufrimos un buen poco.

Pero hoy vengo a hablar en defensa de la ansiedad.

La ansiedad es una emoción normal, que todos hemos sentido, y que afortunadamente existe. Hay que dar gracias por ella, porque es también un mecanismo de defensa que nos ayuda a sobrevivir, ya que su objetivo es identificar riesgos para evitarlos.

Es una herramienta perfecta para mantener viva nuestra especie: permite que no gastemos energía pensando y analizando qué hacer cuando se trata de ponernos a salvo.

La ansiedad es rápida y eficaz ante los peligros: nos hace actuar de forma automática, a través de la respuesta “Fight or Flight” (pelea o huída, en inglés): prepara a nuestro organismo para salir corriendo rápidamente, pelear por nuestra vida, quedarnos congelados para evitar un daño mayor, etc.

Esto lo hace generando una serie de cambios en nuestro cuerpo y mente cuando secreta las llamadas hormonas del estrés (el cortisol y la adrenalina), que hacen que aumente nuestra frecuencia cardiaca, aumente el flujo sanguíneo hacia los músculos periféricos para correr más rápido, la respiración se hace más rápida y corta, y se detienen procesos “innecesarios” para la emergencia como la digestión o el pensamiento complejo.

Cuando se vuelve un “trastorno” es cuando esta alarma 🚨 está desregulada, se activa todo el tiempo -aun cuando no hay peligro- y termina limitando tu vida, o sea, no permitiéndote hacer lo que QUIERES hacer. Tus objetivos y sueños.

Lo mismo con la ANSIEDAD SOCIAL: tu alarma se enciende ante situaciones sociales, lo que te hace EVITARLAS, y el problema se perpetúa.

Es necesario entonces aprender a responder distinto a la ansiedad, sea cual sea el objeto que la está causando (perros, hablar en público, agujas, etc.).

Hay formas de romper este ciclo de vivir evitando. Estas formas pueden incluir hacer justamente todo lo contrario, es decir, ENFRENTANDO. El problema es que a veces tenemos tanto miedo a la situación que nos genera ansiedad, que ni con toda la mejor energía y ganas que le pongamos, nos atrevemos a enfrentarlo.

Es ahí cuando puedes buscar ayuda. Y por mientras, intenta no pelearte tanto con la ansiedad. Recuerda que hasta ahora ha sido una gran aliada para ti, porque te ha ayudado a mantenerte con vida y llegar hasta aquí.

Related posts
Ansiedad

Productividad compulsiva o la necesidad de estar siempre haciendo algo útil

5 Mins read
Buscamos estar menos ocupadas y, sin embargo, seguimos tomando decisiones que nos tienen a tope. Como si el hacer cosas fuera una…
Ansiedad

"Solo quien ha tenido miedo puede ser valiente, lo demás es únicamente inconsciencia".

2 Mins read
Esto es lo que plantea Giorgio Nardone, psicólogo italiano y fundador junto a Paul Watzlawick, de quien es el único alumno directo…
Ansiedad

El parche antes de la herida no previene la herida

2 Mins read
Ponerse el parche antes de la herida para evitar el sufrimiento no sirve de nada.

Agregar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos requeridos están marcados *